A MIS 21

10:57 AM Prueba 0 Comments


HAND ME THE DOM PERIGNON AND WATCH ME GET FABULOUS

'CAUSE IT´S MY BIRTHDAAAAAAY

PUUUM, 21... Ya están aquí.

QUE FUERTE

Y pienso...
Un paso dentro del segundo piso. 
*OMG, El segundo piso* 

9 años menos para el tercero. 
30
DAMN

Que fuerte. ¿En qué momento?

Siento que ha pasado mucho tiempo y al mismo tiempo que la vida a penas empieza.

Es curioso, siempre fui de esas personas que quería ser más grande. 
Crecí rodeada de puros adultos, así que la convivencia con gente de mi edad solo pasaba en la escuela. Y por lo mismo nunca tuve mucho en común con ellos.
Cuando empecé con My Vintage Armoire, era lo mismo, porque mientras era la niñita de 15 de los desfiles, todos los demás eran adultos. Así que por una buena parte de los últimos 10 años, siempre he estado en el limbo. Muy grande y madura para algunas cosas, pero demasiado joven, inmadura e inexperta para otras.
Still, aquí estamos.
21. Ya no soy la niñita de los desfiles, pero aún me falta tanto...
Es abrumador pensar en que ya estás creciendo, ¿No les pasa?
Y creciendo en serio; no pasar de cuarto a quinto de primaria, sino ya empezar a trabajar, a independizarte, a aprender, no hechos, ni fechas, ni formulas, sino sobre la vida.
No pensar en el amor, el dolor y todo lo que uno puede sentir o todas las cosas que puedes vivir, sino experimentarlas.

He estado pensando mucho sobre esto. 
Me acabo de despertar, con el sol de invierno pegándome en la cara, emocionada por otro cumpleaños. Ese día del año en que se celebra tu existencia, todos te consienten y te atascas de pastel (y drinks haha) 
Pero también, aunque suene super deep, el día en el que te das cuenta de quien lo hace especial. Con quien quieres festejarlo. Hasta donde has llegado, a donde quieres ir y todo lo que has aprendido. 

A mis 21 aprendí a que hay que cagarla.

CA-GAR-LA

ASÍ, EXCUSE MY FRENCH

A mis 21 entendí que la perfección no existe y que llega un momento en la vida, en que no puedes seguir las reglas de siempre, ni quieres, ni es divertido.
Por eso nunca puedes decir nunca. Las cosas pasan y a veces la cagas, pero lo importante es perdonarte al día siguiente. 
No dejar que un error o un mal día defina quien eres ni como te ves a ti mismo. Siempre creí que si vivía bajo mis reglas todo siempre iba a salir como esperaba. Y que creen... Eso es tan idiota como soñar con tu futuro y pensar que va a ser tal cual lo imaginas. 
A mis 21 aprendí a no dejar que mis errores me definan. 

A mis 21 aprendí a quererme.
Aprendí que mi vida es mía, que no tengo control sobre ella al 100, pero si en las decisiones y actitudes que tomo cada día.
Aprendí que no necesito la aprobación ni validación de nadie. Aprendí que no me tengo que justificar ni pedir perdón por quien soy y lo que siento. 

A mis 21 aprendí a verme sin vergüenza alguna e hice mio el poder de echarme porras. Aprendí a sentirme y saberme... Guapa, inteligente, intensa, sensible, buena onda y hasta perra... 
Sin necesidad de que alguien me lo diga, sin necesidad de tener razón, pero también sin necesidad de suprimir el como me veo a mi misma; porque a mis 21 aprendí que no me puedo ver por medio de los ojos de los demás. Yo vivo en este cuerpo, en esta mente y se absolutamente todo lo que pasa aquí.

A mis 21 aprendí la importancia del balance.
Body - Mind - Soul
y también que está cabrón (sorry mom) mantenerlo pero que hay que intentarlo hahah

A mis 21 aprendí a decir que sí y no esperar a que las oportunidades lleguen sino a buscarlas. 
A tocar puertas, a iniciar procesos y a terminarlos. Aprendí que las estrellitas y las notas perfectas no son nada mas que parte de un sistema, que a veces ese sistema no tiene la razón y que tienes que seguir tu instinto porque eso da resultados.
Aprendí que tienes que tomar riesgos y decir que sí, aunque no sepas como vas a llevar a cabo las cosas. Ya aprenderás.
Aprendí que si la vida te ofrece una oportunidad tienes que tomarla, y ya después averiguas como ejecutar. Aprendí que el que no vive no aprende y por eso hay que dar el sí a experiencias y personas sin importar el resultado.

En mis 21 hubo días que no quería salir de la cama.
También hubo días en los que no me quería ir a dormir.

A los 21 vi por fín un camino más claro y mas cercano a mis metas.

A mis 21 aprendí que la gente es como la ropa: cambia cada temporada. 
Pero tambien entendí que aquellos que dejan una huella profunda... 
Aquellos "básicos" (see what I did there..? haha)...
A tu camisa blanca y tu trench coat (ok ya entendimos la metáfora no?) no los debes de dejar ir jamás.  

A mis 21 reconsideré mi forma de ver la vida, mi espiritualidad. 
Desaprendí y volví a aprender.

A mis 21 busqué sabiduría y crecimiento.
Leí más libros de historia, de psicología, de poesía, de inteligencia emocional, novelas diferentes a las que estaba acostumbrada.
Vi más películas viejas y regresé a pintar. 
Encontré escapes y me desconecté.

A mis 21, descubrí que  aveces lo único que necesitas es pasar tiempo contigo misma e hice lo que siempre había querido.
Me fui a pasear sola, a comer en mi restaurante favorito sola y me senté en un café a leer sola también. 
A mis 21 me siento cómoda conmigo misma, disfruto de mi compañía y libertad.

A mis 21 aprendí que la envidia y la malicia en las personas siempre nacen de un sentimiento más profundo, que lo que les choca que les checa y que porque alguien no esté contento con su vida, no debes cederle el poder de perturbar tu paz.

A mis 21 aprendí a respirar. Aprendí a escoger mis batallas. 
A detenerme , take it all in, take it all out, y ya después hablar. 

A mis 21 me senté de nuevo a soñar. 
Me di cuenta que disfruto compartir mis sentimientos y que al mismo tiempo aún tengo que luchar contra mis inseguridades para tratar de ser la versión mas real de mi misma. 
Aprendí que es un proceso difícil pero que me llena de satisfacción.

A mis 21 aprendí que NUNCA hay que rogar. 
Aprendí que las cosas hay que ganárselas, demandarlas o buscarlas, pero jamás rogar por ellas.

A mis 21 me cansé de las excusas, de la hipocresía y de las incomodidades.
A los 21 dejé de ser chill. Limpié mi entorno, físico y mental. Tiré cartas y fotos que ya no tenía sentido guardar. Saqué ropa que jamás iba a volver a usar, eliminé gente con la que no interactuaba y me salí de grupos que estaban muertos. 
¿A quién le importa seguir con apariencias y sonrisas superficiales?
A mis 21 reafirme que no quiero invertir mi tiempo y energía en eso. 

A mis 21 aprendí que si alguna vez tengo que comportarme como un animal, quiero ser un león. Amable, respetuoso, prudente y majestuoso, pero que cuando llegue el momento de dejar de ser lindo, no dude en irse directo a la yugular.

En fin 21 años y este último se me pasó volando.
No hubo un solo día que no aprendiera algo.
Me enamoré de la idea de ser valiente, de entender mi personalidad, las cosas que me gustan y me disgustan, de descubrir exactamente lo que quería. También me di cuenta de que se vale y es normal que quizá lo que quiero hoy, ya no lo quiera mañana. 
So, it´s important to check with yourself every single day.

Happy 21st Birthday to me!
Gracias por leer y estar.

Roberta Woodworth

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